Pasé las hojas de la eternidad
y no leí más letras
que las que forman tu nombre.
La locura, mi amiga
se me entrega desnuda,
la abrazo y me alejo...
entre despojos de lo que fue tu amor
encuentro el odio,
aletargado pero aún vivo.
Vislumbro décadas de soledad,
el único bien que poseo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario